Las bolas del placer

Cuenta la leyenda que en el antiguo Japón feudal se diseñaron las bolas chinas, también llamadas Ben Wa o de geisha. ¿Quién tuvo la culpa? Pues un importante emperador con un deseo irrefrenable. Sus consejeros inventaron unas bolas de marfil que las concubinas introducían en su vagina, preparándolas para tener relaciones sexuales con el emperador cuando este quisiera sin tener que esperar ¡¡¡ ósea un “aquí te pillo aquí te mato!!!.

También cuenta la historia que eran utilizadas por las geishas para mantener el control absoluto sobre la musculatura pélvica, según les indicaban los guerreros que marchaban a las cruzadas militares y ansiaban a su vuelta el tan esperado encuentro sexual y el orgasmo rápido. El famoso Museo de la Antigua Cultura china en Shangai, expone objetos sexuales milenarios, desde la época del Neolítico ¿quien hubiera dicho que en este periodo ya se las ingeniaban para estimularse sexualmente?
Hoy en día tanto hombres como mujeres las utilizan.

Se sabe que las bolas chinas, además de dar placer se utilizan para beneficio de la salud combatiendo la incontinencia urinaria mediante los ejercicios Kengel para fortalecer el músculo del suelo pélvico.